Efectos de una Dieta Energética
Balanceada preoperatoria.
Estudio
prospectivo, randomizado, doble ciego
Miguel
A. Carbajo Caballero, Mª J. Castro Alija, J. Obregón Méndez, J. Ortiz de
Solórzano.
Centro
de Excelencia Europeo de la Obesidad. Hospital Recoletas Campo Grande. Valladolid, España.
Recibido 2011.07.11
Aceptado 2011.07.2
RESUMEN. Objetivos: La cirugía bariátrica es considerada la única
alternativa terapéutica para el control de la obesidad mórbida y sus
comorbilidades. Dada la complejidad, gravedad y dificultades de estos
pacientes, todo lo que hagamos para disminuir los riesgos peri-operatorios debe
ser considerado como muy beneficioso para ellos. De este modo consideramos que
una disminución como mínimo del 10% en el exceso de peso en los Obesos Mórbidos
(OM) y un 20% en los Súper-Obesos (SO), antes de la cirugía, puede mejorar los
resultados y disminuir la morbimortalidad del procedimiento. El objetivo de
nuestro estudio es demostrar la eficiencia y tolerancia de una dieta-fórmula
hiperproteica y normo calórica como preparación preoperatoria, comparándola con
una dieta hipocalórica de comida habitual. Métodos: De forma prospectiva
y aleatorizada, se estudiaron 120 pacientes divididos en dos grupos de 60 cada
uno. Las dietas se administraron 20 días previos a la cirugía.
Miguel A. Carbajo.
Centro de Excelencia para el Estudio y
Tratamiento de la Obesidad.
C/ Estación, 12; 1.º Dcha.
47004 Valladolid (España).
E-mail: doctorcarbajo@obesos.info / www.obesos.info
Al primer grupo (A), se le aplicó una dieta-fórmula
hiperproteica y normo calórica en envases, conteniendo 200 Kcal cada 6 horas
durante los primeros 12 días y al segundo grupo (B), una dieta hiperproteica
normal sin carbohidratos o grasas. Los últimos 8 días previos a la cirugía se
dieron solamente líquidos claros en ambos grupos. El análisis se efectuó sobre
la evolución del peso, del IMC, de la presión arterial y de los niveles de
glucemia, así como de la tolerancia al procedimiento. Resultados:
El estudio demostró que los pacientes pertenecientes al grupo A, mejoraron de
forma estadísticamente significativa tanto en la pérdida de peso y del IMC,
como de las comorbilidades estudiadas, frente a los pacientes que integraron el
grupo B. En conjunto, ambos grupos obtuvieron pérdida de peso preoperatoria y
mejoría en sus comorbilidades. Conclusiones: Una preparación
adecuada para los pacientes que vayan a ser sometidos a cirugía bariátrica,
puede mejorar los resultados y minimizar los posibles efectos indeseables de la
misma. Una dieta-fórmula del tipo de la ensayada en nuestro estudio, alcanza
los objetivos de pérdida de peso y reducción o control de las comorbilidades en
mejor proporción que las dietas hipocalóricas habituales, mejorando el riesgo
cardiovascular y facilitando todo el proceso quirúrgico.
Palabras clave: Pérdida de peso preoperatoria. Dieta baja en calorías. Obesidad
mórbida. Cirugía bariátrica. Derivación gástrica laparoscópica de una
anastomosis.
Introducción
En las últimas décadas la obesidad se ha convertido
en uno de los problemas más graves asociados a la salud
en el mundo, especialmente en los llamados países
desarrollados y emergentes. La obesidad aparece vinculada con la aparición de
enfermedades como
Diabetes tipo 2, hipertensión arterial sistémica,
apnea del sueño, esteatosis hepática, dislipidemia, enfermedades
cardiovasculares y algunos tipos de cáncer. Tiene además importantes
repercusiones económicas, psicológicas y sociales que afectan notablemente la
esperanza y calidad de vida en pacientes obesos, especialmente aquellos
afectados por obesidad mórbida (OM)
o súper-mórbida (SO).
Hoy en día, la cirugía bariátrica es considerada la
única alternativa terapéutica efectiva para el control de la obesidad mórbida y
sus comorbilidades, representando menor riesgo global que la libre evolución de
la misma. Sin embargo no debemos olvidar la potencialidad de graves
complicaciones peri y postoperatorias asociadas a este tipo de pacientes en su
proceso terapéutico.
El status mórbido implica una respuesta inflamatoria
crónica, grave y generalizada sobre todos los órganos, aparatos y sistemas del
organismo humano, dañando o menoscabando su función orgánica normal. De otro
lado el excesivo incremento de la grasa intraabdominal, incrementa los factores
de riesgo cardiovascular, multiplica las dificultades técnicas de la cirugía y
pone en peligro el éxito y resultados de la misma.
Es bien conocido que existe una relación directa
entre la pérdida de peso y la disminución del riesgo cardiovascular, así como
la mejoría de las comorbilidades asociadas a la obesidad. Una pérdida de al
menos el 10% del sobrepeso inicial, no sólo mejora todos estos factores, sino
que produce un descenso de la densidad
de la grasa peri-visceral y una mejoría sobre el volumen hepático y su grado de
esteatosis [1, 2, 3].
Estos hechos conducen a una
disminución de potenciales dificultades y complicaciones (tanto quirúrgicas
como anestésicas), así como del tiempo operatorio y del stress quirúrgico;
probablemente de menor pérdida sanguínea, mejor recuperación
postoperatoria y por tanto menor estancia
hospitalaria. En una reciente revisión sobre evidencias en la pérdida de peso
preoperatoria, se concluía que se disminuyen drásticamente las complicaciones,
tiempo quirúrgico, pérdida sanguínea, estancia intra hospitalaria y quizá hasta
mayor pérdida de peso a largo plazo [4]. Nuestra propia experiencia así nos lo
confirma [5].
Si hipotéticamente una pérdida de peso significativa
antes de someterse a cirugía bariátrica reduce la morbilidad y mortalidad del
procedimiento, hemos considerado que la mínima
eficiente para lograr dicho fin es de al menos un 10% del exceso de peso
inicia en
pacientes con obesidad mórbida y un mínimo de 20%
para pacientes SO y del 30% para SSO.
Existen diferentes alternativas no invasivas para
lograr esta pérdida de peso preoperatoria. Una de ellas es sustituir las
comidas normales con fórmulas-dieta especialmente diseñadas muy bajas en
calorías. Éstas son una forma fácil de lograr limitar la ingesta calórica
diaria entre 400 y 800 kcal conteniendo al mismo tiempo todos los nutrientes
esenciales para un correcto estado nutricional. Estos productos son diseñados
para requerimientos médicos especiales, por consiguiente, los pacientes
sometidos a dichos regímenes dietéticos, deben permanecer bajo supervisión
médica.
En el contexto de la cirugía bariátrica, las dietas
hiper proteicas son útiles debido a que producen una rápida pérdida de peso con
un adecuado nivel de saciedad, disminución de la pérdida de masa magra y del
gasto energético en reposo. En este sentido, la fórmula-dieta que hemos
utilizado para sustituir las comidas contiene un 30% de sus valores calóricos
de una fuente proteínica.
Nuestra hipótesis sugiere que sustituyendo todas las
comidas por esta fórmula-dieta en los pacientes que van a someterse a cirugía bariátrica laparoscópica
puede ayudarnos a obtener una mayor pérdida de peso que se traduzca en una
importante disminución de tiempo quirúrgico y de complicaciones, así como de
menor pérdida de masa magra y gasto de energía en reposo.
El objetivo de este estudio es evaluar la eficacia y
tolerancia de una fórmula-dieta completa, energéticamente balanceada y
formulada especialmente para la preparación antes de someterse a cirugía
bariátrica de derivación gástrica laparoscópica (DGUAL), comparándolo con un grupo
de pacientes tratados con dieta hiperproteica habitual estricta y baja en
calorías. La variable principal que ha sido analizada fue la reducción del
exceso de peso y del IMC. Otras variables estudiadas han sido los cambios en la
presión arterial sistólica y diastólica, los niveles de glucosa en sangre y el
grado de satisfacción de los pacientes.
Material y métodos
Pacientes. Entre los meses de enero a junio
del 2006 en el Centro de Excelencia de Valladolid, España, se seleccionaron 120
pacientes OM y SO, (80 mujeres y 40 hombres) en preparación para cirugía
bariátrica de derivación gástrica
de una anastomosis laparoscópica (DGUAL) que
aceptaron tomar parte en el estudio firmando el respectivo consentimiento
informado. Se excluyeron aquellos pacientes que no aceptaron el procedimiento
preoperatorio y aquellos que abandonaron el protocolo de estudio. También los que no se ajustaron al plan nutricional asignado,
así como los que desarrollaron algún problema adicional o requirieron
modificaciones durante el periodo de estudio.
Los pacientes fueron divididos aleatoriamente en 2
grupos, incluyendo 60 pacientes en cada uno de ellos. La duración del protocolo
fue de 20 días antes de la cirugía de cada paciente.
Grupo A: Dieta-fórmula balanceada con cuatro
batidos de 200ml-kcal al día de Vegestart Complet®(Vegenat, España) durante 12
días. Se les permitió tomar otras bebidas libres de calorías como agua,
infusiones o caldos de verdura desgrasados. Por los restantes 8 días los
pacientes se ajustaron a un estricto régimen dietético consistente en agua, té,
café, zumos naturales, caldos y leche desgrasados.
Grupo B: Dieta hiperproteica normal sin
carbohidratos o grasas durante 12 días. Los siguientes 8 días se ajustaron a
una dieta similar a la del grupo A.
Diseño del Estudio.
Observacional, prospectivo y aleatorio doble
ciego en 2 grupos.
Datos estudiados. Fueron recolectados los
siguientes datos: sexo, edad, peso, altura, índice de masa corporal, historia
familiar, presión arterial, nivel de glucosa en sangre, enfermedades crónicas o
comorbilidades, medicación tomada en ese momento y anteriores intentos de
pérdida de peso.
Análisis
estadístico. Los
datos se expresaron en medias ± desviación estándar y porcentaje. El análisis
estadístico fue realizado utilizando mediante un software de “Statical
Analyzing System” (SAS Versión 9.1 para Windows Cary Institute 2002-2003, Cary,
NC, USA). Las variables cualitativas fueron analizadas mediante t de Student.
El análisis de datos categóricos se realizó utilizando la prueba exacta de
Fisher. La comparación entre ambos grupos se hizo a través de la prueba paramétrica
y no paramétrica del Chi cuadrado (t de Student y Mann-Whitney U). Con el fin de ajustar todos los números
se utilizó un análisis de covarianza (ANCOVA). Los valores <0.05 fueron
considerados significativamente estadísticos.
Resultados
En el estudio se incluyeron 120 pacientes, 60 en
cada grupo, el grupo A incluyó 23 hombres y 37 mujeres y el grupo B 17 hombres
y 43 mujeres, no se encontraron diferencias significativamente estadísticas en
la distribución del sexo (tabla I). El promedio de edad fue de 38 años sin
diferencias estadísticas entre grupos (tabla II).
tratamiento |
Total |
|||||
GRUPO
A |
GRUPO
B |
|||||
N |
% |
N |
% |
N |
% |
|
VARON |
23 |
38.33 |
17 |
28.33 |
40 |
33.33 |
MUJER |
37 |
61.67 |
43 |
71.67 |
80 |
66.67 |
Total |
60 |
100.0 |
60 |
100.0 |
120 |
100.0 |
EDAD |
N |
MEDIA |
MIN. |
MAX. |
GRUPO A |
60 |
38.18 |
18.00 |
58.00 |
GRUPO B |
60 |
37.86 |
17.00 |
75.00 |
TOTAL |
120 |
38.03 |
17.00 |
75.00 |
Historia
familiar. No se
encontraron diferencias estadísticas entre los dos grupos. Solamente el 5% de
los pacientes no tuvo historia familiar previa de ningún tipo y el 84% refirió
antecedentes familiares de obesidad (tabla III).
ANTECEDENTES FAMILIARES |
TRATAMIENTO |
TOTAL |
P-Valor (Chi Cuadrado) |
||||
GRUPO A |
GRUPO B |
||||||
N |
% RESP. |
N |
% RESP. |
N |
% RESP. |
||
SIN
ANTECEDENTES |
3 |
5.00 |
3 |
4.92 |
6 |
4.96 |
|
OBESIDAD |
51 |
85.00 |
51 |
83.61 |
102 |
84.30 |
0.8332 |
DIABETES
MELLITUS |
38 |
63.33 |
36 |
59.02 |
74 |
61.16 |
0.5437 |
DISLIPEMIA |
42 |
70.00 |
38 |
62.30 |
80 |
66.12 |
0.3016 |
HTA |
45 |
75.00 |
41 |
67.21 |
86 |
71.07 |
0.3449 |
CARDIOPATÍA |
25 |
41.67 |
24 |
39.34 |
49 |
40.50 |
0.7358 |
PAT.
TIROIDEA |
5 |
8.33 |
1 |
1.64 |
6 |
4.96 |
0.1111[1] |
Historia
personal. No se
encontraron diferencia estadísticas en antecedentes de alergias, cirugías
previas, menarquía o ritmo menstrual (tabla IV).
ANTECEDENTES PERSONALES |
TRATAMIENTO |
TOTAL |
P-Valor (Chi Cuadrado) |
||||
VEGEFAST |
HIPERPROTEICA |
||||||
N |
% RESP. |
N |
% RESP. |
N |
% RESP. |
||
ALERGIAS |
10 |
16.67 |
4 |
6.56 |
14 |
11.57 |
0.0763 |
QUIRURGICOS |
28 |
46.67 |
30 |
49.18 |
58 |
47.93 |
0.6444 |
OTROS
ANTECEDENTES |
18 |
30.00 |
21 |
34.43 |
39 |
32.23 |
0.2937 |
MENSTRUACIÓN
NORMAL |
23 |
62.16 |
31 |
72.09 |
54 |
67.50 |
|
TRASTORNOS
MENSTRUALES |
14 |
37.84 |
12 |
27.91 |
26 |
32.50 |
|
Historia de
obesidad: En
relación con el peso al nacimiento se evidenció que la gran mayoría de los
pacientes tenía un peso normal al nacer con un promedio de 3.66 Kg sin
encontrar diferencias entre grupos. El 41% de los pacientes empezó a
desarrollar problemas de obesidad durante el período infantil y el 37.5% en la pubertad o post-pubertad, lo
que implica que el 78.5% de los pacientes comenzaron a desarrollar obesidad en
fases tempranas de la vida y solo el 21% lo hicieron durante la madurez. El porcentaje de peso al inicio
del estudio fue de 118 ± 18.67 Kg con una altura media de 1.63 m. Aunque se
encontró de inicio un porcentaje de peso y altura superiores
en el grupo A, no hubo diferencias estadísticas significativas entre ambos grupos
(tabla V). El Índice de Masa Corporal (IMC)
fue por tanto porcentualmente mayor en el grupo A, pero igualmente sin
diferencia estadística (tabla VI). El 100% de los pacientes tuvieron múltiples
intentos de pérdida de peso supervisados médicamente con anterioridad y todos
fueron ineficaces. Además, 19 pacientes, 8 del grupo A (13.3%) y 11 del grupo B
(18.3%), tuvieron previamente balón intragástrico sin ningún resultado positivo
e importantes subidas de peso posteriores a la extracción del mismo.
Tabla V. Peso basal de las pacientes Vs. Tratamiento.
PESO INICIAL |
TALLA INICIAL |
|||||||||||
|
N |
MEDIA |
DESV. EST. |
MIN. |
MAX. |
MEDIANA |
N |
MEDIA |
DESV. EST. |
MIN. |
MAX. |
MEDIANA |
GRUPO A |
60 |
124.8 |
16.51 |
99.00 |
179.0 |
124.00 |
60 |
1.66 |
0.08 |
1.50 |
1.81 |
1.65 |
GRUPO B |
60 |
118.7 |
15.65 |
78.00 |
151.0 |
112.50 |
60 |
1.62 |
0.07 |
1.42 |
1.83 |
1.59 |
TOTAL |
120 |
118.2 |
18.67 |
78.00 |
179.0 |
116.00 |
120 |
1.63 |
0.08 |
1.42 |
1.83 |
1.62 |
IMC
BASAL |
N |
MEDIA |
DESV. EST. |
MIN. |
MAX. |
MEDIANA |
|
GRUPO A |
60 |
45.07 |
4.79 |
34.57 |
56.69 |
45.48 |
|
GRUPO B |
60 |
43.56 |
5.27 |
34.46 |
59.93 |
43.94 |
|
TOTAL |
120 |
44.55 |
5.40 |
32.46 |
59.93 |
44.10 |
Co-morbilidades:
Se mostraron muy pequeñas diferencias en cuanto a la
prevalencia de comorbilidades como hipertensión, diabetes mellitus,
dislipidemia, cardiopatía, artropatía y trastornos psiquiátricos en ambos
grupos, sin diferencias estadísticamente significativas. Solamente
hubo una P significativamente estadística en
relación con la apnea del sueño en el grupo A, lo que puede ser explicado por
el mayor número de pacientes masculinos en dicho grupo (tabla VII).
Tabla VII. Complicaciones de la obesidad Vs. Tratamiento
COMORBILIDADES |
TRATAMIENTO |
TOTAL |
P-Valor (Chi-Cuadrado) |
||||
GRUPO A |
GRUPO B |
||||||
N |
% |
N |
% |
N |
% |
||
DISLIPIDEMIA |
30 |
50.00 |
24 |
39.34 |
54 |
44.63 |
0.2384 |
CARDIOPATIA
ISQUEMICA |
3 |
5.00 |
2 |
3.28 |
5 |
4.13 |
0.6343 |
ARTROSIS |
38 |
63.33 |
39 |
63.93 |
77 |
63.64 |
0.9452 |
SAOS |
45 |
75.00 |
35 |
57.38 |
80 |
66.12 |
0.0406 |
P.
PSIQUIATRICA |
13 |
21.67 |
20 |
32.79 |
33 |
27.27 |
0.1697 |
HTA |
25 |
41.67 |
20 |
33.33 |
45 |
37.50 |
n.s. |
DIABETES
MELLITUS |
18 |
30.00 |
19 |
31.67 |
36 |
30.00 |
n.s. |
Pérdida de peso:
La siguiente tabla muestra el peso inicial y final
de los pacientes en ambos grupos, donde se demuestra una mayor pérdida ponderal
en el grupo A con diferencias estadísticamente significativas: p<0001 (tabla
VIII).
Tabla VIII. Evolución del peso de los pacientes Vs. Tratamiento
PESO DE LOS PACIENTES |
N |
MEDIA |
DESV. EST. |
MIN. |
MAX. |
MEDIANA |
IQR |
IC MEDIA 95% |
P VALOR |
||
INF. |
SUP. |
||||||||||
BASAL |
GRUPO A |
60 |
124.8 |
16.51 |
99.00 |
179.0 |
127.00 |
24.00 |
123.55 |
132.1 |
N.S. |
GRUPO B |
60 |
118.7 |
15.65 |
78.00 |
151.0 |
108.50 |
17.00 |
104.69 |
112.8 |
|
|
TOTAL |
120 |
121.7 |
18.67 |
78.00 |
179.0 |
116.00 |
25.00 |
114.82 |
121.6 |
. |
|
FINAL |
GRUPO A |
60 |
115.42 |
14.55 |
93.00 |
151.0 |
119.00 |
20.00 |
114.66 |
122.5 |
<.0001 |
GRUPO B |
60 |
113.85 |
14.69 |
74.00 |
145.0 |
102.50 |
19.00 |
100.09 |
107.7 |
. |
|
TOTAL |
120 |
114.74 |
16.31 |
74.00 |
151.0 |
111.50 |
20.50 |
107.97 |
114.0 |
. |
|
DIF. |
GRUPO A |
60 |
-9.38 |
3.92 |
-28.0 |
-4.00 |
-9.00 |
4.00 |
-10.42 |
-8.33 |
<.0001 |
GRUPO B |
60 |
-4.85 |
2.29 |
-11.0 |
0.00 |
-5.00 |
3.00 |
-5.44 |
-4.26 |
. |
|
TOTAL |
120 |
-7.03 |
3.90 |
-28.0 |
0.00 |
-6.00 |
6.00 |
-7.75 |
-6.32 |
. |
Debido al diseño del estudio la diferencia en la
pérdida ponderal puede ser influenciada por el peso inicial. Es posible que los
pacientes del grupo A al tener un mayor peso al inicio del estudio, alcanzaran
una mayor pérdida de peso; con el fin de ajustar los resultados se aplicó un
análisis de covarianza (ANCOVA) para determinar los valores de pérdida de peso
corregidos como se muestra en la tabla IX, mostrando los resultados corregidos una
muy estrecha diferencia en la pérdida de peso.
Tabla IX. Pérdida de peso corregida
|
DESCenso PESO CORREGIDO |
95% LIMITE DE CONFIANZA |
|
GRUPO A |
-8.218256 |
-9.010794 |
-7.425718 |
GRUPO B |
-5.870564 |
-6.684026 |
-5.057101 |
Evolución del IMC: De igual
forma, los cambios operados en la evolución del IMC entre el inicial y el
final, fueron estadísticamente significativos a favor del grupo A, con un valor
p<0001 (Tabla X).
Tabla X. Evolución del IMC
|
N |
MEDIA |
DESV. EST. |
MIN. |
MAX. |
MEDIANA |
IQR |
IC MEDIA 95% |
P VALOR |
||
INF. |
SUP. |
||||||||||
BASAL |
GRUPO A |
60 |
46.57 |
4.79 |
34.57 |
56.69 |
46.48 |
7.02 |
45.32 |
47.82 |
N.S. |
GRUPO B |
60 |
42.56 |
5.27 |
32.46 |
59.93 |
41.94 |
5.54 |
41.20 |
43.92 |
|
|
TOTAL |
120 |
44.55 |
5.40 |
32.46 |
59.93 |
44.10 |
7.65 |
43.57 |
45.53 |
. |
|
FINAL |
GRUPO A |
60 |
43.20 |
4.45 |
31.48 |
53.15 |
43.27 |
6.81 |
42.01 |
44.39 |
0.0045 |
GRUPO B |
60 |
40.67 |
4.93 |
31.23 |
57.07 |
40.42 |
5.10 |
39.39 |
41.94 |
|
|
TOTAL |
120 |
41.89 |
4.85 |
31.23 |
57.07 |
41.39 |
6.79 |
41.00 |
42.78 |
. |
|
DIFF |
GRUPO A |
60 |
-3.38 |
1.23 |
-8.64 |
-1.54 |
-3.16 |
1.58 |
-3.71 |
-3.05 |
<.0001 |
GRUPO B |
60 |
-1.89 |
0.86 |
-4.46 |
0.00 |
-1.75 |
0.95 |
-2.12 |
-1.67 |
|
|
TOTAL |
120 |
-2.61 |
1.29 |
-8.64 |
0.00 |
-2.34 |
1.71 |
-2.85 |
-2.37 |
. |
Después de aplicar también el
análisis de covarianza de datos de la misma manera que para la pérdida de peso,
el IMC muestra cambios menos dramáticos, aunque aún así continúa existiendo una
diferencia importante desde el punto de vista estadístico (Tabla XI).
Tabla XI. Evolución del IMC corregido
|
DIFERENCIA DE IMC CORREGIDO |
95% LÍMITES DE CONFIANZA |
|
GRUPO A |
-3.205181 |
-3.467537 |
-2.942825 |
GRUPO B |
-2.174089 |
-2.476610 |
-1.871568 |
Evolución de la
tensión arterial:
También se encontraron cambios
significativamente estadísticos tanto en tensión arterial sistólica como
diastólica que favorecieron principalmente a los pacientes del grupo A, con
valores de p<0001 tanto en el análisis de la presión sistólica como
diastólica (Tabla XII). Igualmente en la
tabla XIII se pueden apreciar los resultados modificados con el análisis de
covarianza.
Tabla XII. Evolución de la presión sanguínea sistólica y diastólica
|
N |
MEDIA |
DESV. EST. |
MIN. |
MAX. |
P VALOR |
MEDIA |
DESV. EST. |
MIN. |
MAX. |
P VALOR |
|
BASAL |
VEGEFAST |
60 |
14.65 |
1.40 |
12.00 |
19.00 |
9.04 |
0.60 |
8.00 |
10.00 |
9.00 |
0.0051 |
HIPERPROTEICA |
60 |
13.92 |
1.38 |
12.00 |
18.00 |
8.64 |
0.65 |
6.50 |
10.00 |
9.00 |
. |
|
TOTAL |
120 |
14.27 |
1.43 |
12.00 |
19.00 |
8.83 |
0.66 |
6.50 |
10.00 |
9.00 |
. |
|
FINAL |
VEGEFAST |
60 |
13.22 |
1.36 |
11.00 |
18.00 |
8.08 |
0.70 |
6.00 |
9.00 |
8.00 |
0.4760 |
HIPERPROTEICA |
60 |
13.38 |
1.04 |
12.00 |
17.00 |
8.33 |
0.56 |
6.50 |
9.50 |
8.00 |
. |
|
TOTAL |
120 |
13.31 |
1.20 |
11.00 |
18.00 |
8.21 |
0.64 |
6.00 |
9.50 |
8.00 |
. |
|
DIFF |
VEGEFAST |
60 |
-1.43 |
0.88 |
-4.00 |
0.00 |
-0.99 |
0.59 |
-2.00 |
0.00 |
-1.00 |
<.0001 |
HIPERPROTEICA |
60 |
-0.53 |
0.70 |
-2.00 |
0.00 |
-0.31 |
0.45 |
-1.00 |
0.00 |
0.00 |
. |
|
TOTAL |
120 |
-0.96 |
0.91 |
-4.00 |
0.00 |
-0.63 |
0.62 |
-2.00 |
0.00 |
-1.00 |
. |
Tabla XIII. Cambios corregidos en la presión arterial sistólica y diastólica
CAMBIOS
CORREGIDOS EN LA PRESIÓN SANGUÍNEA SISTÓLICA Y DIASTÓLICA |
||||||
|
DESCENSO
DE LA PAS CORREGIDO |
95%
Confidence Limits |
DESCENSO
DE LA PAD CORREGIDO |
95%
Confidence Limits |
||
GRUPO
A |
-1.329997 |
-1.519540 |
-1.140454 |
-0.929592 |
-1.063514 |
-0.795670 |
GRUPO
B |
-0.691138 |
-0.901342 |
-0.480934 |
-0.438268 |
-0.587243 |
-0.289294 |
Evolución
de los niveles de glucosa en sangre:
Se evidenció una muy
significativa reducción de los niveles de glucosa en sangre en ambos grupos, pero
una vez más, aparecieron disminuciones en los niveles de glucosa mayores en el
grupo A, tanto en los números crudos como se muestra en la tabla XIV (p<0001),
como posteriormente en las cifras
ajustadas (tabla XV).
|
N |
MEDIA |
DESV. EST. |
MIN. |
MAX. |
MEDIANA |
IQR |
IC MEDIA 95% |
P VALOR |
||
INF. |
SUP. |
||||||||||
BASAL |
GRUPO A |
60 |
118.4 |
29.51 |
94.00 |
270.0 |
115.00 |
6.00 |
110.67 |
126.2 |
0.0227 |
GRUPO B |
60 |
108.7 |
14.00 |
90.00 |
175.0 |
111.00 |
17.00 |
105.05 |
112.3 |
|
|
TOTAL |
120 |
113.5 |
23.39 |
90.00 |
270.0 |
112.00 |
17.00 |
109.20 |
117.7 |
. |
|
FINAL |
GRUPO A |
60 |
101.9 |
19.69 |
83.00 |
190.0 |
95.00 |
20.00 |
96.53 |
107.2 |
0.6318 |
GRUPO B |
60 |
103.3 |
10.43 |
86.00 |
140.0 |
98.00 |
16.00 |
100.56 |
105.9 |
|
|
TOTAL |
120 |
102.6 |
15.51 |
83.00 |
190.0 |
98.00 |
18.00 |
99.72 |
105.4 |
. |
|
DIF |
GRUPO A |
60 |
-16.9 |
16.02 |
-100 |
-2.00 |
-16.00 |
11.00 |
-21.24 |
-12.6 |
<.0001 |
GRUPO B |
60 |
-5.42 |
8.22 |
-36.0 |
0.00 |
-2.00 |
6.50 |
-7.54 |
-3.29 |
|
|
TOTAL |
120 |
-10.9 |
13.78 |
-100 |
0.00 |
-8.00 |
15.00 |
-13.46 |
-8.37 |
. |
Tabla XV. Evolución de los niveles séricos de glucosa corregidos
TRATAMIENTO |
DESCENSO DEl nivel de glucosa
CORREGIDO |
95% Confidence Limits |
|
GRUPO A |
-14.948644 |
-17.098330 |
-12.798958 |
GRUPO B |
-8.475937 |
-10.915958 |
-6.035917 |
Seguridad
y tolerancia al plan dietético:
La seguridad del tratamiento fue
determinada observando el grado de tolerancia de los pacientes en cada uno de
los planes dietéticos, así como los efectos adversos o reacciones observadas
que se muestran en la tabla XVI.
Tabla XVI. Tolerancia y seguridad de los regímenes
dietéticos
|
|
|
P-VALOR |
||||
GRUPO A |
GRUPO B |
TOTAL |
|||||
N |
% RESP. |
N |
% RESP. |
N |
% RESP. |
||
NO
REFIERE |
51 |
85.00 |
60 |
98.36 |
111 |
91.74 |
0.0076 |
NAUSEAS/VÓMITOS |
2 |
3.33 |
0 |
0.00 |
2 |
1.65 |
0.2438 |
ESTREÑIMIENTO |
1 |
1.67 |
2 |
1.64 |
3 |
1.65 |
1.0000 |
CEFALEA |
1 |
1.67 |
0 |
0.00 |
1 |
0.83 |
0.4959 |
DIARREA |
4 |
6.67 |
0 |
0.00 |
4 |
3.31 |
0.0574 |
OTROS |
1 |
1.67 |
0 |
0.00 |
1 |
0.83 |
0.4959 |
Encontramos una diferencia
estadísticamente significativa con respecto a la presencia de efectos adversos
que favoreció al grupo B, en el cual la dieta fue mejor tolerada. Cuando se analizaron cada uno de los efectos
adversos por separado no se encontraron diferencias con significancia
estadística. La diarrea fue el efecto adverso más común, aunque los pacientes
la refirieron como leve y se presentó
solamente al inicio del tratamiento.
Satisfacción
con la dieta: Los
pacientes de cada grupo evaluaron personalmente su plan dietético en términos
de satisfacción usando una escala del 1 al 5 (tabla XVII). Aunque ambos
regímenes fueron bien evaluados, el grupo B obtuvo una lógica mejor puntuación.
Tabla XVII. Valoración de satisfacción de ambos planes dietéticos
GRUPO A |
N |
Media |
Desv. Est. |
Min. |
Max. |
Mediana |
IQR |
I.C. 95% |
|
Inf. |
Sup. |
||||||||
SABOR |
56 |
3.85 |
1.10 |
1.00 |
5.00 |
4.00 |
2.00 |
3.55 |
4.14 |
COLOR |
55 |
4.73 |
0.68 |
1.00 |
5.00 |
5.00 |
0.00 |
4.54 |
4.91 |
TEXTURA |
56 |
4.63 |
0.59 |
3.00 |
5.00 |
5.00 |
1.00 |
4.47 |
4.78 |
SACIEDAD |
56 |
4.52 |
0.79 |
1.00 |
5.00 |
5.00 |
1.00 |
4.31 |
4.73 |
GRUPO B |
|||||||||
SABOR |
52 |
4.92 |
0.27 |
4.00 |
5.00 |
5.00 |
0.00 |
4.85 |
5.00 |
DIFICULTAD
DE PREPARACION |
52 |
4.79 |
0.64 |
1.00 |
5.00 |
5.00 |
0.00 |
4.61 |
4.97 |
SEGUIMIENTO |
52 |
4.44 |
0.87 |
2.00 |
5.00 |
5.00 |
1.00 |
4.20 |
4.69 |
SACIEDAD |
52 |
4.41 |
0.78 |
2.00 |
5.00 |
5.00 |
1.00 |
4.20 |
4.63 |
Discusión
Tradicionalmente la necesidad de la pérdida de peso
antes de la cirugía en pacientes con obesidad mórbida ha sido controvertida, e
incluso algunas veces se ha considerado injustificada. Pero todos reconocen las
dificultades inherentes a la cirugía en pacientes obesos así como su mayor
incidencia de complicaciones intra y
postoperatorias en comparación con la cirugía en pacientes no obesos que
incluso llega a contraindicar o a realizar múltiples cirugías necesarias en
pacientes con obesidad mórbida [6,7].
La cirugía bariátrica y principalmente la que se
realiza por laparoscopía siempre representa un reto vinculado al conjunto de
comorbilidades que se relacionan con el riesgo cardiovascular y al mayor número de posibles problemas técnicos
tanto quirúrgicos como anestésicos. En gran medida se derivan del volumen de la grasa intraabdominal acumulada
(tanto intra como extra visceral), el aumento del tamaño del hígado y de la
grasa mesentérica, que pueden conducir a serias dificultades técnicas,
incremento del tiempo quirúrgico, mayor posibilidad de sangrado, complicaciones
severas e incluso la muerte. Debido a esto, todo lo que hagamos con la
finalidad de preparar a los pacientes para la cirugía, mejorando sus
comorbilidades y su riesgo cardiovascular, disminuyendo el volumen hepático y
mejorando la presión intraabdominal, nos llevaría a beneficios evidentes tanto
en la eficacia como en la seguridad de la cirugía.
Esta hipótesis de trabajo, nos llevo hace algunos
años a realizar un protocolo de preparación preoperatoria de pacientes con
obesidad mórbida consistente básicamente en mejorar la función
cardiorespiratoria (fisioterapia respiratoria), ejercicio físico diario de al
menos una hora y media y pérdida de peso de un mínimo del 10% del sobrepeso
inicial para obesidad mórbida y del 20% para SO.
Paralelamente, atención psicológica y nutricional,
abandono del hábito tabáquico, alcohol o cualquier otro tipo de droga, un
estricto seguimiento médico realizado dos-tres veces por semana cuando entraban
a la lista de espera de cirugía y diariamente en los últimos días previos a la
misma [8,9].
Aunque no hay evidencia acerca de la cantidad óptima
de reducción de peso previo a cirugía bariátrica, nuestra experiencia indica
que el mínimo porcentaje de reducción de peso antes mencionado es indispensable
para realizar la cirugía de manera óptima y segura en
pacientes OM y SO. Esto mismo se refleja en el
análisis de Tarnoff y otros estudios
consultados con un nivel III de evidencia [4].
El proyecto dietético fue realizado específicamente
para la preparación preoperatoria de los últimos 20 días antes de la
intervención quirúrgica: veinte días de una fórmula dietética hiper proteica,
con envases de 200kcal cada 6 horas (800Kcal/día), y una dieta líquida durante
los últimos 8 días previos a la cirugía. Sin embargo antes del comienzo del protocolo,
ya inducimos a la realización de una dieta hiperproteica, exenta de grasas e
hidratos de carbono puros de absorción rápida. Si la pérdida de peso no fuera
la deseada, podemos reducir el número de envases a tres, con una limitación a
600 Kcal/día.
Ya que nuestra filosofía se basa en la reducción de
peso y adelgazamiento de la grasa visceral e intra abdominal antes de la
cirugía, la fórmula dietética debe ser comparada con otro modelo dietético adelgazante
y que consiste en mantener un bajo contenido calórico de alimentos convencionales
y preservar igualmente los mismos 8 días de dieta líquida hipocalórica.
De esta forma, los resultados de un estudio
prospectivo aleatorio entre los dos modelos de regímenes puede indicar la mejor
opinión en cuanto a la máxima pérdida ponderal preoperatoria y su repercusión
en la disminución o mejoría en las comorbilidades.
Por otro lado, el establecer una disciplina
dietética y nuevos hábitos de vida en pacientes con OM y SO en una fase previa
a la cirugía es fundamental para su motivación y su adaptación para la nueva
vida que llevarán en el postquirúrgico y para la adaptación gastrointestinal
postoperatoria que se realizará en cualquier modelo de derivación gástrica o
bilio-pancreática.
La pérdida de peso preoperatoria en gran medida,
lleva a la motivación y aumento del autoestima del paciente, ayuda a la
adaptación del paciente psicológicamente para la cirugía y su futuro inmediato
y sobre todo facilita en gran medida la recuperación postoperatoria del paciente, disminuyendo estancias
hospitalarias, costes, efectos adversos y otras posibles complicaciones. Varios
estudios que se han realizado en este sentido comparten nuestras ideas al
respecto [10-14].
En algunos estudios se resalta la importancia del
tamaño del hígado, principalmente su lóbulo izquierdo, antes de la cirugía
bariátrica en su abordaje laparoscópico. Un hígado esteatósico e hipertrófico
pueden aumentar la dificultad técnica de la cirugía
llevando a un riesgo mayor de lesiones y sangrado peri operatorio.
Algunos estudios basados en controles de ultrasonidos preoperatorios han
demostrado que los pacientes sometidos a control estricto de pérdida de peso
llegan a tener una disminución del 33% de grasa visceral del
lóbulo izquierdo del hígado y una mejora
considerable en el grado de esteatohepatitis no alcohólica [2,3,12,16], con las
consecuentes mejoras técnicas y una diminución del riesgo de sangrado peri y postoperatorio
[17].
Finalmente la preparación física del paciente, representa
una gran ventaja añadida al resto de las medidas preoperatorias para evitar
conversiones de cirugía laparoscópica a convencional, lo que conlleva un mayor stress quirúrgico,
mayor respuesta inflamatoria y la posibilidad de complicaciones añadidas que en
determinados casos pueden comprometer la vida [18,19].
Nuestro estudio es sumamente demostrativo en cuanto
a que una fórmula dietética hiper proteica y energéticamente balanceada de bajo
contenido calórico durante la etapa preparatoria contra una dieta hiper
proteica convencional, tiene ventajas
estadísticamente significativas disminuyendo las cifras de tensión arterial,
glucemia, disminución del peso y del IMC, lo cual se traduce en una disminución
del riesgo cardiovascular y mejoría en las comorbilidades, con los consiguiente
efectos positivos para la cirugía al existir una mayor pérdida ponderal y del volumen
de la grasa visceral e intraabdominal.
Recientemente un estudio comparativo entre una
fórmula dietética energéticamente balanceada (sustituyendo una comida durante
el día), contra una dieta normal, baja en calorías durante 6 meses obtuvo mejores resultados en la
pérdida de peso y disminución de las comorbilidades [20].
Si analizamos concretamente los datos crudos de la
tensión arterial sistólica se observa que a pesar de existir diferencias
porcentuales en las cifras medias de tensión arterial en el inicio en ambos
grupos (146mmHg en pacientes con la dieta especial formulada contra 139mmHg en
pacientes con dieta regular baja en calorías), al final estas diferencias se
nivelan, y los valores promedio son más bajos para el grupo con dieta
especialmente formulada debido a los mayores valores de normalización (fig. 1).
Fig. 1
Si evaluamos los datos de la tensión arterial
diastólica se observa un comportamiento muy similar al antes expuesto.
Inicialmente, partimos de una situación distinta observando los porcentajes de
ambos grupos de tratamiento, ya que los pacientes que fueron tratados con la
fórmula dietética presentaban valores más altos de tensión diastólica que el
grupo tratado con dieta regular.
Sin embargo después del tratamiento, se observó que
estas diferencias se han vuelto significativas
en el sentido opuesto; es decir después del tratamiento, los pacientes
con régimen de dieta fórmula obtuvieron valores tensionales menores que los
pacientes sometidos a dieta regular hipocalórica (fig. 2).
Fig.2
En cuanto a la evolución de los niveles de glucosa
en sangre, a diferencia con otros parámetros analizados en el estudio, los
pacientes que fueron tratados con dieta fórmula partieron de valores muy
similares a los tratados con dieta hipocalórica regular y debido a ello
se encuentran valores muy similares posteriores al
tratamiento. Sin embargo si aplicamos el mismo tipo de modelo ANCOVA, el
resultado es estadísticamente significativo, mostrando menores índices de
glucemia para los pacientes del grupo A
(fig. 3).
En nuestra experiencia de 1350 pacientes operados
con DGUAL entre Mayo del 2002 y Mayo del
2009, el grupo de pacientes tratados preoperatoriamente con el régimen de dieta
formula energética balanceada aquí
revisado (entre 2006 y 2009), mostraron un menor
índice estadísticamente significativo de complicacio-nes perioperatorias graves
(6.9% vs 0.6%), contra los pacientes que no tuvieron preparación para la
cirugía y no perdieron peso antes de la misma.
Es necesario valorar expresamente el índice de
complicaciones anestésicas graves que forzaron una traqueotomía previa o que
descartaron inicialmente la intubación, que disminuyó significativamente del
3.5% al 0% después de una adecuada preparación preoperatoria y la pérdida de
peso recomendada en este estudio (fig. 4).
Como conclusión del estudio, podemos asegurar que es
de gran transcendencia para el éxito final de la cirugía bariátrica que se
lleve a cabo una adecuada preparación pre quirúrgica en pacientes obesos para
cualquier tipo de cirugía programada. Reducir un mínimo del 10% de del
porcentaje inicial de sobrepeso en pacientes con obesidad mórbida y como
mínimo, un 20% en pacientes con SO y/o síndrome metabólico con obesidad
troncal, rebaja considerablemente las complicaciones peri y postoperatorias, así
como los riesgos anestésicos, posibilidad de realización de traqueotomías
urgentes o programadas, disminución
del tiempo
quirúrgico y una menor estancia intra hospitalaria.
Reconocimientos
Vegenat® España realizó el aporte financiero para
que
se obtuvieran de manera gratuita las dietas formula
del grupo de pacientes a los que correspondió la misma.
Sin embargo, esta institución no tuvo ningún papel
en la recolección, análisis, interpretación de los datos o cualquier tipo de decisiones
sobre el presente estudio.
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